Adicción a las drogas
- Psicólogos Ixtal
- 12 ago 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 13 ago 2020
No voy a negar que he consumido algunas drogas en el transcurso de mi vida, y que con un poco de extrañeza me doy cuenta que conozco a más de diez personas que también lo han hecho. Seguramente también tú también las conoces, sin embargo, cuando escuchamos las palabras “droga” o “adicción” nos causan temor, vergüenza y tabúes. Anteriormente, hubiera negado que he consumido drogas, porque el concepto de drogas que hasta hace poco tenía, era solamente el de las drogas ilegales (marihuana, cocaína, heroína, LSD, inhalantes, etc.), pero qué pasa con aquellas drogas “legales” tales como el alcohol, el cigarro e incluso la cafeína ¿qué tan frecuentes son en tu vida?
Según la Organización Mundial de la Salud (2004), una droga es aquella sustancia de origen biológico, mineral o sintético que introducida en el organismo por cualquier vía de administración (inhalada, aspirada, inyectada, fumada o tomada), puede alterar en mayor o menor medida el Sistema Nervioso Central (SNC) del individuo. Asimismo, se tiene que aclarar que no todas las drogas generan los mismos efectos, existen las llamadas drogas depresoras como el alcohol, las estimulantes (por ejemplo, la cocaína) y las perturbadoras como el LSD.
¿Por qué nos parece tan lejano y turbulento hablar de drogas, si solemos convivir con éstas de forma frecuente?
Bueno, existe una breve clasificación en el uso de drogas, el primer nivel nos explicaría porque este fenómeno nos es conocido, ya que aquí se ubican las personas que han consumido de forma ocasional, por experimentar y/o por la ocasión social. Seguramente, el segundo nivel de esta clasificación te pueda parecer más lejano (dependiendo de la droga) debido a que aquí se clasifican las personas que ya tienen un uso frecuente o abuso de alguna droga, mientras que el último nivel es la dependencia o adicción a las mismas.
Como he señalado, la palabra “adicción” va cargada de temores pero también de mitos, por ello encuentro importante hablar de qué es una adicción. Para comenzar una adicción es una enfermedad, la cual se caracteriza por buscar y consumir de forma compulsiva una droga pese a las consecuencias negativas.
En cuanto a los mitos, pocas veces nos referimos a una adicción como una enfermedad, porque claro en algún punto tenemos la esperanza de que esto desaparezca de nuestras vidas o de la vida de alguien más, sin embargo, quienes han reconocido tener adicciones, asumen que es una enfermedad, y que como muchas otras, no se cura, pero se puede controlar. Por ejemplo, se ha equiparado a la diabetes con una adicción (claramente no en síntomas ni etiología) ya que ambas necesitan un tratamiento constante y un apego al mismo para su control.
Entre las repercusiones que se generan en la persona que sufre una adicción, se encuentran a nivel fisiológico: alteración en la estructura y funcionamiento del cerebro, dado que cuando existe una adicción, la persona suele consumir de forma frecuente, lo cual implica que el cerebro estimule de forma constante el circuito de recompensas, de esta forma el cerebro tratará de buscar un equilibrio para la sobre estimulación y ¿cómo lo logra? Así es: produciendo menos dopamina, lo cual vuelve a reforzar la necesidad de consumir (para tener más dopamina), cada vez en periodos más limitados.
Evidentemente, los efectos producidos a nivel fisiológico tendrán una repercusión en el bienestar emocional de la persona, debido a que se produce menos dopamina (que es la encargada de generar placer) la persona suele estar desmotivada, sin energías, la regulación de emociones se altera así como el ciclo de sueño.
Pero ¿qué pasa con lo social?
En esta área también se producen efectos, ya que las relaciones interpersonales de la persona se van alterar, ya sea por los mitos asociados a esta enfermedad (exclusión social, discriminación, cupabilización, señalamientos y pobres tratamientos) y por la escasez de recursos emocionales y económicos de las redes más cercanas, o bien porque nunca existieron, lo cual limita generar nuevos vínculos.
La idea de no convivir con las drogas de forma directa o indirecta es ilusoria, ya que existe una enorme incongruencia social al aceptar y consumir ciertas drogas (bajo la bandera de la legalidad, la ocasión social o sus efectos), pero castigar y prohibir otras. Las drogas siempre han existido y seguirán existiendo, el consumo se presentará en mayor o menor medida siendo legal o ilegal.
Entonces ¿qué nos corresponde?
Hablar de prevención, que no es sólo dar información sobre los tipos de drogas y los efectos (esto último con la intención de generar miedo), hablar de prevención implica describir el circuito que sigue la persona desde que tiene acceso a la droga hasta que se desarrolla una adicción e incidir en cada nivel. La prevención también abarca difundir información exacta de los efectos, ya que se ha encontrado que gran número de adolescentes consumen por primera vez motivados por los efectos que han escuchado o visto (Tapia & cols, 2013).
Tampoco debemos perder de vista, que al no tener el control completo del acceso y difusión de las drogas, la prevención también nos invita a hablar sobre un consumo responsable (que se opone por completo a la idea de prohibición). Y por último, no quiero dejar de lado la responsabilidad social y comunitaria que todes tenemos ante las adicciones.
Comencemos a cuestionar los mitos asociados al consumo, pero principalmente los estigmas relacionados a las personas adictas, que como otras personas que viven con una enfermedad, tienen derecho a acceder a sistemas de rehabilitación dignos, vivir una vida libre de violencia y discriminación, y a reintegrarse a la sociedad.
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Material revisado:
Adicciones en el adolescente, prevención y atención desde un enfoque holístico.
Podcast Radio UNAM. Recuperado de : http://www.radiopodcast.unam.mx/podcast/audio/19388
Organización Mundial de la Salud. Neurociencia del Consumo y Dependencia de Sustancias Psicoactivas. Recuperado de: https://www.who.int/substance_abuse/publications/neuroscience_spanish.pdf?ua=1
Tapia, D., Villalobos, R., Valera, M., Cadena José, R. J., Guzmán, O., & Astrid, M. (2013).
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